Entre los siglos XV y XVI,
el imperio purépecha, con capital en Ts'intsúntsani o Tzintzuntzan, fue una
potencia mesoamericana de primera magnitud que resistió el empuje del Imperio
mexica. Su imperio abarcaba la parte sur del estado de Guanajuato, todo el
estado de Michoacán y la región norte del estado de Guerrero hasta lo que hoy
es el estado de México. Dado que era gobernado por clanes enseñoreados en
varias casas establecidas en varios puntos, podría hablarse de una
confederación de éstos, a partir de cierta época de su historia hasta la
invasión española de sus territorios. Su éxito militar y económico se debió, en
parte, a que los purépechas eran hábiles trabajadores de metales como el oro y
el cobre. Este factor sin duda ayudó a mantener su
independencia de los aztecas. Los purépechas antiguos eran hablantes exclusivos
del idioma purépecha, una lengua aislada que no guarda relación histórica
demostrada con ninguna otra en la región.
El Idioma Purepecha. tarasco o michoacano (purépecha es una lengua hablada por los miembros del pueblo purépecha del occidente de México. Es una lengua aislada con tres variantes dialectales: la de la región lacustre, la central y la serrana (algunos incluyen una cuarta, la de la Ciénaga). De acuerdo con cifras del XII Censo General de Población y Vivienda de 2000 existen unos 121 409 hablantes de la lengua purépecha asentados en 22 municipios y sólo el 25% es monolingüe.
A partir
de 1980 ha dado inicio un movimiento de apoyo a través de la Academia de la
Lengua Purépecha (P'urhe Uandakueri
Juramukua) por el cual se ha conseguido el fortalecimiento y difusión de
esta lengua.
El
purépecha es actualmente una lengua literaria debido a la gran difusión que han
tenido los Concursos Regionales de Cuento en Lenguas Indígenas coordinados por
la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas y los estados de Hidalgo,
Querétaro, Michoacán y México, los cuales han fortalecido también el carácter
literario de las lenguas náhuatl, otomí y mazahua
Hay dos clases de faldas, una
llamada “sabanilla”, es un enredo y consiste en un lienzo rectangular de lana
tejida a mano. Estas faldas sirvieron desde tiempos inmemoriales para abrigar
durante la noche a toda la familia y de ahí su nombre de “sabanilla”. De día
las mujeres la tablean alrededor de su cintura y la sujetan con un ceñidor del
que dejan sobresalir 20 cm de tela. Por su propio peso esta orilla se voltea
hacia abajo y forma el famoso rollo de las tarascas.
La otra falda, llamada
“zagalejo”, es también de lana. Lleva en la parte de arriba una tira de tela de
algodón en color fuerte y, en la parte inferior, una cenefa del mismo material
para protegerla del roce con el suelo. Está montada en angostos pliegues sobre
una pretina amarrada en la cintura. Para formar “el rollo”, se vuelve la tela
hacia adentro y se ata la pretina unos 20 cm más abajo. Al ceñirse la faja,
esos veinte centímetros que sobresalen se doblan hacia fuera.
El “rollo” sirve para apoyar lo
que las mujeres cargan en la espalda, ya sea una criatura, una canasta o un haz
de leña. Bajo la falda o el enredo, las mujeres llevan en aguas blancas de
manta, que tienen 5 metros de ancho a las que les cosen en la orilla inferior
una tira bordada con lana o algodón en punto de cruz, a la que llaman labrado y
en color contrastante, asoma bajo la falda luciendo dibujos de grecas, flores y
animales.
Las tarascas usan dos ceñidores:
el primero de grueso tejido de lana en color oscuro, es el que verdaderamente
sostiene la falda de suyo pesada. El otro, más fino de colores vivos en lana o
algodón sirve principalmente de adorno.
Hay tres tipos de camisas: el más
antiguo deriva del huipil de dos lienzos llamado huananjere, es corto de manga
blanca de una sola pieza metido bajo la faja. Está bordado alrededor del cuello
y en los hombros con punto de cruz o al pasado, en color rojo o azul oscuro. El
segundo tipo es de manta blanca, de escote cuadrado, con una bata tejida de
gancho. El tercero es el más usado. Está camisa va plegada sobre el pecho y la
espalda por una jareta a lo largo del escote; se acomoda así a los diferentes
tamaños de mujeres, está bordada a veces en blanco y a veces en color, sobre
los hombres y alrededor del escote con un trabajo muy fino y puntadas diversas.
Las tarascas se peinan con dos
trenzas entretejidas con cordones de lana. Las mujeres indígenas michoacanas se
cubren con rebozos de algodón azul marino con rayas azul pálido y blancas. Los
flecos están guarnecidos con motitas y re bordados con motivos de águilas y
figuras humanas. Para este trabajo emplean la artícela, que da la impresión de
los antiguos trabajos con plumas.
La gastronomía es muy variada y rica.
Los uchepos, las nueces en escabeche, el licor
de membrillo, las Trompas de puerco con salsa de Lago, la sopa purépecha, la
crema fría de aguacate, la sopa tarasca, la sopa prehispánico o los tamales de
harina acompañados de atole negro o de grano. Michoacán mezcla en su
gastronomía, maíz, fríjol, calabaza, chile, nopal, frutos y peces de la región
con las especias y carnes de la cocina europea, esto ha dado origen a platillos
como:
Pescado blanco y charalitos en Pátzcuaro.
Enchiladas placeras de Morelia.
Mole envuelto en hojas de aguacate.
Toqueras (tortillas de maíz tierno).
Nopales con charales de Cherán.
Chapatas.
Pollo placero.
Morisqueta: Arroz cocido con espinazo de cerdo
en chile hecho en Uruapan.
Postres y más:
Atole de tamarindo y pan de trigo de Uruapan.
Atoles de nanche en Taretan. Los atoles deTarecuato. Atole de
elote seco de Tingambato. La famosa charanda (aguardiente de caña) de
Uruapan. Las guacamayas (bebida de aguacate)
Los chongos zamoranos.
El chocolate de metate.
Las frutas en conserva.
Los buñuelos.
La nieve de pasta de Pátzcuaro.
Las nieves de fruta de Tocumbo.
La cajeta de elote.
Licores de fruta de Ucareo.
Como todo grupo existe un espacio de ambiente de música y alegría este también es el caso los purépechas, denominando su música con el mismo modo, música purépecha, los cuales encontramos más representativos el son, el abajeño y la pirekua. Aunque también existe otro género no considerado como purépecha, pero que forma parte importante del repertorio festivo el cual es denominado por los propios habitantes como música clásica. Es muy interesante saber que esta música todavía sobrevive y por lo tanto ayuda a entender a la sociedad purépecha, pues recordemos lo que Attali dice que la sociedad no solo se pude ver sino que también se escucha, esto es algo muy importante para los nuevos estudios de la antropología, ya que contemporáneamente hay que innovar el modo del trabajo de investigación, en el que tomaría en cuenta la música, pues también por medio de sonidos es que se interpreta y entiende la música.
Como todo grupo existe un espacio de
ambiente de música y alegría este también es el caso los purépechas,
denominando su música con el mismo modo, música purépecha, los cuales
encontramos más representativos el son, el abajeño y la pirekua. Aunque también
existe otro género no considerado como purépecha, pero que forma parte
importante del repertorio festivo el cual es denominado por los propios
habitantes como música clásica. Es muy interesante saber que esta música todavía
sobrevive y por lo tanto ayuda a entender a la sociedad purépecha, pues
recordemos lo que Attali dice que la sociedad no solo se pude ver sino que también
se escucha, esto es algo muy importante para los nuevos estudios de la antropología,
ya que contemporáneamente hay que innovar el modo del trabajo de investigación,
en el que tomaría en cuenta la música, pues también por medio de sonidos es que
se interpreta y entiende la música.
El sonecito purépecha o también llamado
son regional, forma parte de un intricado término musical que en México se
conoce con el nombre de son. Se dice que el origen del sonecito surgió a partir
de finales del siglo XIX y principios del XX. El sonecito purépecha es un
género instrumental que no necesariamente lleva coreografía u orden especifico.
Es en tempo lento y normalmente es ejecutado con una pequeña orquesta de
cuerdas o con banda de viento.}
El abajeño es un género que deriva de la música practicad en la región
de la tierra caliente ubicada en las tierras bajas de Michoacán, de ahí que la
palabra hace alusión al termino abajeño. Es un género instrumental que se
ejecuta con orquesta de cuerda o banda de viento y su uso es dentro de las
fiestas en el momento del baile, pues se zapatea, es de un tempo rápido y su
carácter es vivo.
La pirekua es una palabra en lengua
purépecha que significa canción y se ocupa de temas tanto liricos como
épicos y tiene una magnitud desigual, la pirekua puede cantarse de manera
individual o en grupo y se interpreta a capela o acompañada a ritmo de
guitarras, orquesta de cuerda y aun con orquesta de viento.
Actualmente
la guitarra es un instrumento con el que se acompaña los cantos purépechas de
la actualidad.
El
sonecito y la pirekua se han manejado como géneros emparentados ya que poseen
el mismo tempo y características rítmicas; su diferencia se encuentra en que
una es instrumental y la otra es cantada. Ambos tienen dentro de un esquema
rítmico un patrón al que se le ha asignado el nombre de cuatrillo, patrón que
consta de cuatro valores irregulares dentro de un compas ternario y simplemente
si este cuatrillo no estuviera no sería música purépecha.
Otro
género musical asociado a la pirekua como al sonecito por el compas ternario y
su condición de suave, pausado y melancólico es el vals, ubicado dentro de
música clásica; el vals se ha identificado con carácter de tristeza que con
frecuencia los compositores y los ejecutantes tienen como referencia para su
expresión.
La tradición purépecha también tiene
ires y venires y uno de los rasgos que ahora causa controversia es la tradición
practicad ya desde hace tiempo durante las festividades, las cuales son las
competencias musicales, evento en el que las bandas o las orquestas demuestran
su habilidad en su instrumento y su conocimiento en el repertorio musical, no
solo de la misma música purépecha, sino también en el de otros repertorios que
forman parte de este conjunto de obras musicales. Lo interesante no solo está
en la aplicación de nuevos ritmos sino la rivalidad musical en relación con los
conflictos regionales.
El tocar música purépecha es algo que no se escucha tan comúnmente, tal
vez en alguna fiesta de alguna comunidad alejada de la capital, o en una noche
con amigos, las personas que lo saben hacer se dedican a amenizar la noche,
pero ver que jóvenes se dediquen a la música purépecha por placer, por hobbies y que además lo hagan de manera profesional, ya no se
encuentra. Por tal que muchos han sido las inquietudes por difundir esta
música, una de ellas es la creación de grupos que quieran hacer y dar a conocer
la música purépecha. Un ejemplo es el grupo que Nana kutzi quienes narran su
iniciativa: «Empezamos en la prepa, nos juntamos tres amigos y un señor que ahí
trabajaba, eso en 1998 y lo seguimos haciendo sólo por gusto, no por dinero»,
aseguró César Chávez Ruiz, integrante del grupo.
Cuatro son los integrantes del grupo, los cuales desde siempre han
tenido un acercamiento con lo que es la cultura purépecha, no sólo con la
música, de ahí nació su interés y curiosidad por hacer algo de manera más
profesional, como es el tocar la música purépecha ya como un grupo bien
establecido.
Todo empezó como un juego, los integrantes del grupo estudiaban juntos
en la misma preparatoria y el señor Gilberto Vera era trabajador del lugar. Se
inicio con una rondalla como la hacen la mayoría de los chavos, luego
decidieron que sería mejor hacer música purépecha, porque era algo con lo que
se sentían identificados y les gustaba, actualmente el grupo y la mayoría de
los grupos purépechas usan el violín, la vihuela, la guitarra y el bajo como
los instrumentos principales que se hacen tocar para el placer de quien los
escuche, todo con el fin de dar a conocer este tipo de música, que sería
conocido no sólo en el mismo interior del estado de Michoacán , sino en toda la
República, e incluso en algún otro país.
por otro lado se intenta difundir desde
distintas instituciones esta música tradicional y se tiene como punto
especifico la grabación de esta música, es el caso de
la asociación civil que dirige la Casa para el Arte y la Cultura de Parácho,
en su trabajo de difusión de la música michoacana quien supera por mucho a las
tentativas institucionales que se han emprendido para preservar y difundir los
repertorios de música michoacana, hasta el momento se han producido un total de 12 discos con
distintos grupos de música tradicional y una serie de grabaciones para el
Colegio de Michoacán.
También se
sabe que la Casa de la Cultura de Parácho tiene como otros de sus objetivos
conseguir un mayor equipamiento para el estudio de grabación, pasar de lo
análogo a la tecnología digital y lograr un considerable incremento en la
calidad de las grabaciones.
Entre los
objetivos a corto plazo destaco la grabación de 3 orquestas tradicionales de
música purépecha, serie de discos que la Casa de la Cultura de Parácho mediante
el Programa de Coinversiones está produciendo de manera conjunta con la
Secretaría de Cultura. Las orquestas que conformaron esta serie son la Orquesta
de San Felipe de los Herreros, la Orquesta Santa Rosa de la comunidad de Tacuro
y una más de la comunidad de Ihuatzio.
Elegidas
esas tres orquestas porque quería que sean las representativas de las tres
regiones donde más se genera la música purépecha: el lago, la meseta y la
cañada”,
Ahora se puede decir que se trata de incluir un momento
dinámico de las presentaciones de música purépecha en la que se incluye tanto
la música como la danza para su representación, además de difundir por medio de
la nueva tecnología las tradiciones musicales de estos grupos purépechas.
La música purépecha a tratado de sobrevivir al constante cambio de
música, aun no se salva del todo, pues aunque todavía hay gente que hace
música purépecha también esta se ha ido haciendo
que pierda su sentido y su esencia.
Mucho se ha hecho por salvar la música purépecha aunque no se han dado
cuenta los mismos músicos que la teatralización de la misma hará que esta poco
a poco se vaya esfumando. Un ejemplo son los grupos musicales, concursos de
bandas, festivales, discos, etc. Que más adelante solo quedaran en una simple
representación de la música y no la presentación misma de lo cultural.
La religión purépecha prehispánica
Tradicionalmente se ha considerado que la religión Purépecha prehispánica era de tipo politeísta. Aunque José Corona Núñez sugiere que creían en un principio creador conformado por una parte masculina Curicaveri o Curicaheri y otra femenina Cuerahuáperi. Existía también la "palabra" o "soplo divino" o mensajero, llamado Curitacaheri. También esta triada se puede ver como la madre, el padre y la creación del nuevo ser; mientras que el principio creador masculino se representaba por medio del Sol, el principio creador femenino por la Luna y el producto o mensajero era Venus.
La
bandera purépecha surge como un
símbolo de unión e identidad con todos los purépecha, buscando al mismo tiempo
la organización y lucha de los pueblos purépecha contra las nuevas formas de
dominio y explotación que agreden constantemente a las comunidades indígenas y
en general a toda la cultura. Y como un homenaje a todos los hermanos caídos
por la defensa de las tradiciones purépechas y por la integralidad de las
tierras comunales, especialmente a los indígenas asesinados el 17 de noviembre
de 1979 en Santa Fe de la Laguna por los ganaderos y guardias blancas de
Quiroga, se hace la ceremonia de la toma de bandera purépecha en la comunidad
indígena de Santa Fe de la Laguna, municipio de Quiroga, Michoacán, México, el
día lunes 17 de noviembre de 1980.
En el
proyecto para la elaboración y diseño de esta bandera purépecha han intervenido
un gran número de personas de las distintas regiones purépecha, así como de
diferentes niveles de conocimientos y disciplinas, llegando a la presente
imagen simbólica que puede explicarse como sigue:
Amarillo,
(Eraxamanirhu - Región Cañada de los 11 Pueblos), que nos representa la región
de la cañada con el río Duero que corre serpenteando los Once Pueblos como un
símbolo de vida y energía que transmite a la gente de esta región fértil.
Verde,
(Juátarhu - Región Meseta Purépecha), que nos expresa la fecundidad de los
bosques serranos y la riqueza de las maderas comunales de los pueblos
pertenecientes a la llamada Meseta Purépecha o Tarasca.
Morado,
(Tsakápundurhu - Región Ciénaga de Zacapu), que nos hace presente la región de
la Ciénaga y de sus pueblos que han perdido el idioma materno y gran parte de
nuestra herencia cultural, que sin embargo aún cuidan y mantienen con sus manos
a uno de nuestros dioses antiguos: el maíz.
Azul, (Japóndarhu - Región Lago), que nos da la
significación de la región lacustre, donde fue el centro del Reino Purépecha,
reflejando en sus aguas la grandeza de sus dioses y la memoria presente de las
Yácatas que aún se conservan en casi todos los pueblos ribereños, donde se
continúa tomando un alimento ancestral: el pescado blanco.
En el
centro, se ha colocado un bloque de obsidiana que representa a Curicaveri, es
la forma de dios solar y que significaba el Gran Fuego, el que se alimenta de
Fuego; forma que abrasa y proyecta a los diferentes puntos cardinales cuatro grupos
de flechas, en la Relación se dice: estas flechas son dioses; en cada de estas,
mata al dios Curicaveri y no suelta dos flechas en vano. También se encuentra
el cuchillo de piedra blanca que señala el mensaje o destino del pueblo Purépecha
y su origen divino, descendiente del "Linaje del Dios Curicaveri
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